En lo personal, me resultó harto gratificante asumir dos grupos con sumo potencial en mi primera experiencia como docente universitario, sobre todo, en un área en la cual dispongo y poseo cierta formación elemental: Metodología de la Investigación de las Ciencias Sociales.
Cada clase se convirtió en un desafío que ameritaba suma dedicación a determinadas lecturas... Aunado a ello, lo reconfortante y loable que se generó tras un clima donde se propiciaba e incentivaba, a cada uno de ustedes, a cuestionar e increpar argumentativamente cualquier referente autoritativo en el mundo de la Academia. Lo cual estimo plausible. Siendo esto más efectivo que la aprehensión memorística de cada unidad temática del currículo en cuestión.
De manera que, el escenario de dialogicidad y crítica que se fomentó tanto en el aula como fuera de ella, ha sido sumamente enriquecedor y fructífero para el análisis y la reflexión de temáticas de índole metodológica, epistemológica, sociológica, politológica y pedagógica en las cuales estoy enfocado actualmente.
Ahora bien, huelga destacar que hay un asunto que me enorgullece: el que hayamos madurado la orientación fundamentada en que la asignatura de Metodología no ha de ser impartida a guisa de manual constrictor respecto de la producción de textos y prácticas académicas. Acá lo que importa es que podamos generar una lógica de sentido con relación al mundo de la vida (Habermas dixit).
En definitiva, concibo que el éxito alcanzado en este curso estriba en haber afianzado la premisa según la cual: la Investigación Social trasciende lo meramente mecanicista y lineal, convirtiéndose en una práctica que se pule y refina cotidianamente a través de la reflexión de los fenónemos sociales que estructuran y son estructurados, simultánemanente, por el sujeto y el entramado estructural-funcional que pauta y norma lo interaccional que se gesta, naturalmente, a partir de lo intersubejtivo. Asimismo, enfatizando la complejidad de las distintas expresiones de socialidad.
¡Mil gracias por su comprensión y sus aportaciones, amigos y amigas!
La prosecución de nuestra formación metodológica y epistemológica debe continuar, incluso a partir del compartir un buen café, en el marco de lo que Michel Maffesoli denomina el ejercicio de una sociología de la vida cotidiana.
Alfred North Whitehead pone de manifiesto que nos educamos para la vida. Está bien, pero yo iría más allá: la educación eo ipso es vida. Sigamos adelante con resiliencia y estoicismo durante estos tiempos tan turbulentos y convulsos... Seamos ciudadanos y dejemos de ser individuos del rebaño -al decir de Nietzche-.
Acá vuestras calificaciones:
Metodología de la Investigación I:
https://drive.google.com/file/d/1QQ1NQj0imMZNdcXFaHEYfnMKhBlThHWD/view?usp=sharing
Metodología de la Investigación II:
Valera, 29 de mayo de 2018. 2:51 a.m.
Atentamente,
Rohmer Samuel Rivera Moreno.
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